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El tejido óseo es una variedad
de tejido conjuntivo que se caracteriza por su rigidez y su gran
resistencia tanto a la tracción como a la compresión
Está formado por la matriz ósea, que es un material
intercelular calcificado (Fig.1) y por células, que pueden
corresponder a:
- osteoblastos: encargados de sintetizar y secretar la
parte orgánica de la matriz ósea durante su formación
(Fig.2). Se ubican siempre en la superficie del tejido óseo
ya que este sólo puede crecer por aposición)
- osteocitos, responsables de la mantención de la
mátriz ósea (Fig. 3), que se ubican en cavidades
o lagunas rodeadas por el material intercelular calcificado. La
nutrición de los osteocitos depende de canalículos
que penetran la matriz ósea y conectan a los osteocitos
vecinos entre sí y con canales vasculares que penetran
al hueso (Fig. 4) o que se ubican en las membranas conjuntivas
que revisten la superficies del hueso (periostio y endostio) (Fig.
5). De hecho ningun osteocito se encuentra a más de una
fracción de mm de un capilar sanguíneo.
- osteoclastos, células responsables de la reabsorción
del tejido óseo, que participan en los procesos de remodelación
de los huesos y pueden encontrarse en depresiones superficiales
de la matriz ósea llamadas lagunas de Howship (Fig. 5)
Faltan vínculos a:
Células del tejido oseo
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