INTRODUCCIÓN
Las infecciones del sistema nervioso central (SNC), sean éstas
agudas, subagudas o crónicas, constituyen un factor de riesgo
conocido para presentar convulsiones y para desarrollar epilepsia. A
pesar de lo antiguo de dicha relación, ésta ha sido poco
cuantificada. Desde un punto de vista neurológico, los estudios
realizados son incompletos y adolecen de defectos metodológicos,
dado que la mayoría son retrospectivos, orientados con un enfoque
microbiológico y no con un criterio epileptológico. Por
otra parte, muchos de ellos son antiguos y no disponían de los
métodos de apoyo diagnóstico microbiológicos e
imagenológicos actuales, lo cual hace que la información
no sea concluyente. No obstante ello, en la presente revisión
hemos intentado ordenar la información disponible desde distintas
interrogantes que espontáneamente nos surgen frente al tema como
¿cuál es la probabilidad de que en un adulto no epiléptico
una convulsión sea provocada por una infección?, o ¿cuál
es la frecuencia de convulsiones en ciertas infecciones agudas del SNC
como la encefalitis viral o la meningitis aguda ?. Sin embargo la pregunta
más importante no parece que es ¿ cuál es el riesgo
de desarrollar una epilepsia después de haber sufrido algún
tipo de infección del SNC?. Finalmente describiremos la frecuencia
de convulsiones en ciertas infecciones específicas del SNC.
CUADRO INFECCIOSO COMO CAUSA DE PRIMERA CONVULSIÓN EN ADULTOS
Un estudio prospectivo español sobre 98 consultas de adultos
a un servicio de urgencia por una primera convulsión, mostró
que un 9,2% de ellas eran debidas a un cuadro infeccioso. La edad fue
estadísticamente un factor de riesgo, dado que en el grupo de
menores de 45 años la frecuencia fue de 17,5 % para causas infecciosas,
mientras que por sobre esta edad fue solo un 3,4 %. Al analizar por
separado las convulsiones focales de las generalizadas, la frecuencia
de una causa infecciosa fue de un 15,6 % y un 6,1 % respectivamente
(1).
FRECUENCIA DE CONVULSIONES EN INFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
MENINGITIS BACTERIANA
Existen pocos estudios sobre la frecuencia de convulsiones y sus
factores de riesgo en pacientes con meningitis bacteriana. Se ha reportado
una frecuencia de aproximadamente un 30 a 40% de convulsiones en meningitis
bacteriana en niños (2) y de un 30% en meningitis neumocócica
en adultos (3).
ENCEFALITIS
En las encefalitis la frecuencia de convulsiones varía mucho
de una etiología otra. Desde un 4 % en encefalitis por enterovirus
(4) hasta un 67% en la encefalitis herpética (5). En cuanto
al tipo de crisis, la mayoría de los trabajos no distingue
entre generalizadas y focales. La serie de Whitley de 113 pacientes
con encefalitis herpética encontró que las crisis focales
eran más frecuentes en los menores de 30 años (5). En
encefalitis por el virus de parotiditis, en una serie de 51 niños,
la incidencia de crisis única fue de 17,6%. El seguimiento
realizado hasta 40 meses después, no mostró recurrencia
de las convulsiones (4).
Las encefalitis por arbovirus (ausentes en nuestro medio) se comportan
más bien como las encefalitis herpéticas, con frecuencia
de convulsiones de un 50% en niños con encefalitis por el virus
La Crosse (6).
INFECCIONES PIÓGENAS SUBAGUDAS
Las infecciones piógenas subagudas del SNC asociadas
a convulsiones son el empiema subdural y el absceso cerebral.
En una serie de 17 pacientes (adultos y niños) con empiema subdural,
un 76,5% presentó convulsiones, siendo la mayoría focales
(7). En otro grupo también de 17 pacientes, el 53% tuvo convulsiones,
de las cuales el 66% fueron crisis focales. Una tercera serie de 89
pacientes con empiema subdural, mostró una frecuencia de convulsiones
de un 63% en la etapa aguda, con un 40% de crisis focales (9). Dada
la alta frecuencia de convulsiones, algunos autores sugieren el uso
profiláctico de anticonvulsivantes (8)
En cuanto al absceso cerebral, un estudio prospectivo de 45 casos consecutivos
reportó un 35% de convulsiones (10). Otro trabajo retrospectivo
de 102 casos observó un 26% de crisis convulsivas (11), no distinguiendo
entre focales y generalizadas.
INFECCIONES DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL COMO FACTOR DE RIESGO DE
EPILEPSIA
De acuerdo con estudios epidemiológicos, entre un 1 a un 6,7
% de las epilepsias son causadas por infecciones previas del SNC, siendo
un 70 % del tipo parcial (12,13)
RIESGO DE EPILEPSIA DESPUÉS DE ENCEFALITIS Y MENINGITIS
El estudio de Annegers et al. basado en el Rochester Project, realizó
un seguimiento por 20 años (promedio 10 años/paciente)
a una cohorte de 714 pacientes que tuvieron encefalitis o meningitis
entre los años 1935-1981. La muestra estuvo formada por 199 pacientes
con meningitis bacteriana, 311 con meningitis aséptica y 204
con encefalitis viral. Sólo un 30% eran pacientes mayores de
15 años. Se comparó la incidencia de epilepsia en estos
pacientes con la esperable según edad, dicha relación
se expresó en términos de razón de morbilidad estandarizada
(RME). La cohorte entera tuvo una RME para epilepsia de 6,8; es decir,
la epilepsia fue 6,8 veces más frecuente en los pacientes que
habían sufrido una infección previa del SNC que en la
población general (13). La Tabla 1 resume las RME según
el tipo de infección y la ocurrencia o no de convulsiones durante
el período agudo.
TABLA 1. RIESGO DE EPILEPSIA SEGÚN INFECCIÓN Y TIPO
DE CRISIS
INFECCIÓN
|
RIESGO*
|
Encefalitis
|
16,2
|
Con convulsiones precoces
|
22,5
|
Sin convulsiones precoces
|
9,5
|
Meningitis bacteriana
|
4,2
|
Con convulsiones precoces
|
11,5
|
Sin convulsiones precoces
|
2,6
|
Meningitis aséptica
|
2,3 a
|
Crisis generalizadas
|
3,1
|
Crisis focales
|
12
|
Global
|
6,9
|
* Expresado en RME
a sin
riesgo estadísticamente significativo
|
En la tabla 1 se observa que el riesgo de epilepsia es claramente mayor
en los pacientes que tuvieron una encefalitis y en los que presentaron
convulsiones durante el período agudo. Por otra parte, un 74%
de las crisis fueron focales, por lo que el riesgo fue mayor para epilepsias
focales que para epilepsias generalizadas. El antecedente de meningitis
aséptica no aumentó el riesgo de epilepsia. El riesgo
acumulado de epilepsia fue de 1,7 % al año, 2,5 % a los 5 años
y de 6,8% a 20 años de seguimiento. No se analizó la variable
tratamiento profiláctico sobre el riesgo de desarrollar epilepsia
en esta cohorte.
Otro estudio siguió por 8,9 años promedio a 185 niños
con meningitis bacteriana, revelando que el riesgo de epilepsia fue
mayor en aquellos con déficit neurológico secuelar. Además,
estos pacientes sufrieron epilepsias de difícil manejo y más
frecuentemente del tipo parcial (14).
Un trabajo estudió un grupo de 38 pacientes con
epilepsias refractarias post infección del SNC y su correlación
anatómica, encontrándose una asociación entre la
ocurrencia de meningitis antes de los 4 años de edad con esclerosis
mesial hipocampal. Después de los 4 años de edad, existió
asociación de encefalitis con el desarrollo de focos extratemporales
neocorticales (12).
RIESGO DE EPILEPSIA DESPUÉS DE UN ABSCESO CEREBRAL O UN EMPIEMA
SUBDURAL
En cuanto al absceso cerebral, se estima un riesgo de epilepsia a futuro
de un 10 a 12% de acuerdo a la literatura (10, 11) independiente del
tipo de tratamiento quirúrgico (drenaje v/s resección)(11).
En el empiema subdural, en la serie más grande (52 pacientes)
con un seguimiento de al menos un año, el riesgo de epilepsia
fue mayor para los pacientes que no tuvieron convulsiones durante el
período agudo, con un 42% v/s un 29% en los pacientes que sí
las tuvieron. Este riesgo fue mayor en los primeros 16 meses de seguimiento
(9). En otra serie de revisión de 37 casos de empiema subdural
en un período de 15 años, un 40,5% de los pacientes desarrolló
epilepsia, por lo que fueron tratados con anticonvulsivantes durante
2 años, presentando crisis recurrentes un 5,4% durante ese período
(15).
INFECCIONES CRÓNICAS Y SÍNDROMES ESPECÍFICOS
NEUROCISTICERCOSIS
La epilepsia es una de sus manifestaciones clínicas más
frecuentes (50-70%), y a veces, es la primera o incluso la única
(16). En un análisis retrospectivo entre 1982 y 1990, de 203
pacientes con epilepsia por neurocisticercosis, el 60% tenía
crisis generalizadas. Se hizo un seguimiento promedio de 28 meses
a 153 pacientes, los cuales fueron tratados con anticonvulsivantes
(fenitoína 300-400 mg/d o carbamazepina 600-800 mg/d). En los
pacientes tratados sólo con anticonvulsivantes se logró
un 24% de control crisis, mientras que en aquellos que recibieron
asociado un tratamiento anticisticercal, un 83%. Estos resultados
apoyan el uso de tratamiento anticisticercal para disminuir el riesgo
de recurrencia de crisis (16).
No se encontró correlación entre número de cisticercos
en parénquima cerebral y características clínicas
de las crisis. Por otra parte, los pacientes sólo con calcificaciones
no tuvieron recurrencia de crisis con tratamiento anticonvulsivante
(16).
MENINGITIS TUBERCULOSA
Las convulsiones se producen en las etapas II y III de la clasificación
British Medical Research Council (17) y son más frecuentes
en los niños y en los ancianos (18) con cifras de 25% en niños
y 11% en adultos (19). La asociación frecuente con hiponatremia
puede ser un factor contribuyente (45 % tiene natremia menor a 125
mEq/lt)(17), mientras que en pacientes portadores del virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) puede asociarse hasta en un 64 % de
aquellos con una causa identificable de una primera convulsión
(20). Se desconoce el riesgo de epilepsia a futuro en los sobrevivientes
a la meningitis tuberculosa..
INFECCIÓN POR EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH)
Los trastornos neurológicos relacionados al VIH pueden ser
primarios (provocados por el mismo virus) o secundarios a infecciones
oportunistas. Ambos pueden provocar convulsiones.
Se estima que entre un 10 a 20% de los pacientes VIH (+) presentarán
crisis convulsivas en algún momento de la enfermedad (21),
con una incidencia de un 3% al año en una serie de 550 pacientes
seguidos en forma prospectiva (22). Es importante recordar que además
de las causas infecciosas, los pacientes VIH (+) frecuentemente pueden
convulsionar por causas metabólicas y por abuso o privación
de sustancias. Las principales causas se resumen en la tabla 2.
En un estudio realizado entre 1998 y 1999 con 60 pacientes mayores
de 18 años VIH (+), heterosexuales sudafricanos de raza negra,
sin abuso de drogas intravenosas, que presentaron una primera convulsión,
se identificaron 3 grupos: 53% con lesión intracraneana, 22
% con meningitis y 25% sin causa (sin lesión intracraneana
y líquido cefalorraquídeo normal). En su mayoría
las crisis fueron generalizadas. La principal etiología de
lesión intracraneana en este estudio, fue infecciosa, asociada
hasta un 64% a TBC. En pacientes con convulsiones por meningitis,
las principales etiologías fueron TBC e infecciones múltiples
(8% criptococosis, 4% toxoplasmosis) (20).
TABLA 2. CAUSAS FRECUENTES DE CONVULSIÓN EN PACIENTES VIH
(+) (21)
Infección primaria por VIH A
Infecciones oportunistas del SNC
Infecciones sistémicas
Abuso de drogas B y su privación C
Abuso y privación de alcohol
A: hasta un 50% en las series de New York y San Francisco
B : cocaína, crack
C: benzodiazepinas
|
Dentro de las infecciones oportunistas del SNC en pacientes con síndrome
de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la encefalitis por Toxoplasma
gondii es la que tiene mayor riesgo de convulsiones, estimándose
hasta un 30-39% de crisis convulsivas (21.23).
La neurosífilis puede eventualmente ser causa de convulsiones
en menos de un 1%, pero no aumenta el riesgo de epilepsia (17).
Se recomienda en pacientes VIH (+) que presentan una primera convulsión
asociada a una neuroimagen o LCR anormal, iniciar tratamiento anitconvulsivante
además del tratamiento específico de la infección
subyacente del SNC (21).
ESCLEROSIS MESIAL HIPOCAMPAL
Aparte del clásico trabajo de Marks (12), donde se asoció
la ocurrencia de meningitis antes de los 4 años de edad con
esclerosis mesial hipocampal, también se ha reportado su asociación
con ciertas infecciones virales específicas durante el período
prenatal o en los primeros meses de vida. En particular, el virus
Borna se ha vinculado a degeneración hipocampal (24)
y la infección congénita por citomegalovirus (CMV) a
otros trastornos de la migración neuronal (25).
ENCEFALITIS DE RASMUSSEN
En este cuadro caracterizado por hemiatrofia cerebral progresiva
con afasia y epilepsia intratable, se han sugerido distintas etiologías.
Una de ellas es la infección temprana por CMV (26). Un trabajo
identificó la presencia de DNA viral en neuronas, astrocitos
y oligodendrocitos en 6 de 10 pacientes estudiados. Otros estudios
han fallado en encontrar DNA de CMV, mientras que éste también
se ha identificado en cerebros de pacientes sanos. No obstante lo
anterior, existen algunos reportes de recuperación con
tratamiento antiviral con ganciclovir o zidovudina, siendo tema
de controversia la real etiología de este cuadro (26).
CONCLUSIONES:
Las infecciones agudas y subagudas del SNC son causa frecuente de convulsiones
y un factor de riesgo importante para el desarrollo de epilepsia a futuro.
Un 9% de las primeras convulsiones en adultos corresponden a una causa
infecciosa, mayor aún en menores de 45 años y en crisis
focales.
La frecuencia de convulsiones durante una infección aguda o
subaguda del SNC es variable. La mayor frecuencia se observa en empiema
subdural, por lo que se recomienda fuertemente la profilaxis anticonvulsivante.
No obstante, dada la alta incidencia de convulsiones en encefalitis
herpética, parece también recomendable en estos
casos.
Existe poca información sobre el tipo de crisis convulsivas
que se presentan en infecciones del SNC, sin embargo, se ha reportado
mayor frecuencia de crisis focales en pacientes con encefalitis herpética
menores de 30 años y en empiema subdural.
Las encefalitis virales tienen el mayor riesgo de epilepsia a futuro,
seguidas de las meningitis bacterianas. Las meninigitis virales no agregan
riesgo por sobre el de la población general. La ocurrencia de
convulsiones durante el cuadro agudo de una encefalitis o meningitis
bacteriana, aumenta el riesgo de epilepsia. En el caso de las meningitis
bacterianas con secuelas neurológicas, además aumenta
la probabilidad de que ésta sea refractaria. En el empiema subdural
las convulsiones precoces no se asocian con mayor riesgo de epilepsia.
Las epilepsias post infecciones del SNC son en su mayoría de
tipo focal.
No existe evidencia de que la profilaxis anticonvulsivante prevenga
el riesgo de epilepsia a futuro.
Las infecciones crónicas del SNC también se pueden manifestar
por convulsiones y son causa frecuente de epilepsia. La neurocisticercosis
tiene alto riesgo de epilepsia, especialmente de crisis generalizadas.
El control de esta epilepsia requiere combinar el uso de anticonvulsivantes
con tratamiento anticisticercal.
Los pacientes VIH (+) pueden presentar convulsiones hasta en un 20
% durante su enfermedad. Las principales causas son la infección
primaria por el VIH, la toxoplasmosis y la tuberculosis (meníngea
e intraparenquimatosa). De acuerdo a la literatura, estos pacientes
ante una primera convulsión, teniendo neuroimágenes o
líquido cefalorraquídeo alterado, deberían tratarse
con anticonvulsivantes.
La eslcerosis mesial hipocampal se ha vinculado al antecedente de meningitis
antes de los 4 años de edad. Además existe asociación
anecdótica de ciertas infecciones virales tempranas con trastornos
de la migración neuronal (CMV, virus Borna).
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