INTRODUCCION

Con el desarollo de nuevas técnicas de diagnóstico por neuroimágenes cada día se logra mayor certeza para localizar una lesión. Sin embargo, existe en neurología una serie de cuadros clínicos con los cuales es posible realizar una aproximación muy certera al diagnóstico topográfico, a continuación describiremos uno de tales síndromes.

 

DEFINICION.

El síndrome del uno y medio se define por la presencia de parálisis de mirada conjugada horizontal, asociada a oftalmoplejía internuclear ipsilateral. Es decir, se produce imposibilidad de movimientos horizontales de un ojo (uno) y ausencia de la aducción del contralateral (medio). Vale decir, compromiso de ambos músculos rectos internos y un recto externo.

En 1967 Miller Fisher lo describe por primera vez (4). Posteriormente se han incluído los trastornos de la mirada vertical (1) y otras variaciones de la mirada horizontal (2).

 

ETIOLOGIA

Los procesos patológicos que pueden provocar este síndrome, corresponden a aquellos capaces de comprometer la formación reticular pontina paramediana (FRPP), núcleo del sexto nervio craneal, fascículo longitudinal medial (FLM) y las vías eferentes derivadas desde cada uno de ellos (6, 7). La serie publicada más numerosa pertenece a Wall et al, que reúne 49 pacientes (7). La causa por ellos descrita se presenta en la Tabla 1.

TABLA 1
ETIOLOGIA DEL SINDROME DEL UNO Y MEDIO (7)

LESION

%

Infarto tronco

16

33

Esclerosis Múltiple

16

33

Hemorragia Pontina

8

16

Glioma Pontino

3

6

Astrocitoma Cerebeloso

2

4

Malformación A-V

1

2

Aneurisma Basilar

1

2

Melanoma Metastásico

1

2

Ependimoma 4º Ventrículo

1

2

TOTAL

49

100

FISIOPATOLOGIA

A continuación describiremos el control fisiológico de la mirada horizontal.

El control de la mirada conjugada horizontal se establece por la participación de la formación reticular pontina paramediana (FRPP), el núcleo del sexto nervio craneano o Núcleo Abducens (NA), el FLM, las vías eferentes derivadas de estas estructuras, los músculos extraoculares y las aferencias provenientes del sistema vestibular y de la corteza cerebral (1, 7). Los potenciales generados en el centro de la mirada conjugada horizontal en el lóbulo frontal (área 8 de Brodman) se decusan a nivel de mesencéfalo e inervan la FRPP contralateral (1).

La FRPP se define funcionalmente, pues no se reconocen límites hstológicos (7). Se ubica en la protuberancia, en la región medial del núcleo reticularis magnocelularis, situada en la región rostral al NA. Se extiende desde éste en dirección rostral hacia el brachium conjuntivum y el núcleo del cuarto nervio craneano. Se reconocen tres tipos de grupos neuronales: las excitatorias para sácadas, las excitatorias tónicas y las inhitorias (7).

La FRPP presenta dos vías eferentes. La ascendente se dirige hacia el mesencéfalo, a través del FLM, donde hace sinapsis en el subnúcleo del recto interno del tercer nervio craneano contralateral y participa en la coordinación de la mirada horizontal. La descendente hace sinapsis en el NA. De este núcleo surge una fía eferente hacia el músculo recto lateral ipsilateral (6, 7).

El estímulo del núcleo de la mirada conjugada horizontal en el lóbulo frontal induce desviación contralateral de la mirada. Las vías que derivan de éste se decusan a nivel del mesencéfalo haciendo sinapsis en la FRPP del lado opuesto. De este modo el estímulo de la FRPP produce desviación de la mirada hacia el mismo lado (1).

El síndrome del uno y medio habitualmente es el resultado de la lesión conjunta de la FRPP, que determina parálisis de la mirada conjugada ipsilateral, asociado a compromiso del FLM, lo que genera oftalmoplejía internuclear con pérdida de función del recto interno ipsilateral. Dado que el daño de ambas estructuras ocurre sólo por lesiones que comprometen la protuberancia es que el cuadro clínico permite tan precisa localización (6). Ocasionalmente el síndrome ocurre por lesión del NA y del FLM, lo cual de todos modos es signo de lesión pontina.

El síndrome del uno y medio horizontal puede comprometer el reflejo óculo vestibular, dependiendo de la ubicación de la lesión. Aquellas que dañan la FRPP caudal o NA, provocan pérdida del reflejo óculo vestibular (síndrome no disociado). Lesiones que comprometen la FRPP rostral conservan dicho reflejo (síndrome disociado) (6). Es posible observar nistagmus del ojo abducido en algunos pacientes. La causa de éste se desconoce (6).

Desafortunadamente en los últimos años se han descrito otras lesiones que asocian parálisis de mirada conjugada e imposibilidad de movimiento residual de uno de los ojos tanto en el plano vertical (síndrome del uno y medio vertical), como horizontal (síndrome del uno y medio tipo II). Sin embargo, su frecuencia y relevancia en clínica son muy inferiores a las del cuadro descrito por Fisher, por lo que no se discuten en el presente artículo (2, 3, 5).

 

CONCLUSIONES.

El síndrome del uno y medio es uno de los cuadros neurológicos que permiten al clínico realizar una certera aproximación al diagnóstico topográfico. Su presencia ayuda además a plantear un diagnóstico etiológico y un probable pronóstico. Las bases fisiopatológicas de este síndrome han sido estudiadas, explicando, la mayoría de las veces, los hallazgos clínicos.

 

REFERENCIAS

  1. Bender M. Brain control of conjugate horizontal and vertical eye movements. A survey of structural and functional correlates. Brain 103: 23-69, 1980.
  2. Carter J., Rauch R. One and half syndromes type II. Arch. neurol. 51: 87-89, 1994.
  3. Deleu D., Buisseret T., Ebinger G. Vertical one and half syndrome. Arch. Neurol. 46: 1361-1363, 1989.
  4. Fisher CM. Some neuro-opthalmological observations. J Neurol Neurosurg and Psychiatry 30: 383-392, 1967.
  5. Hommel M., Bogousslavsky J. The spectrum of vertical gaze palsy following unilateral brainstem stroke. Neurology 41: 1229-1234, 1991.
  6. Pierrot-Deseilligny CH., Chain F., Serdaru M., Gray F., Lhermite F. The one and half syndrome. Electro-oculographic analyses of five cases with deductions about the physiological mechanisms of lateral gaze. Brain 104: 665-699, 1981.
  7. Wall M., Wray S. The one and half syndrome. A disorder of the pontine tegmentum: A study of 20 cases and review of the literature. Neurology 33: 971-980, 1983.