INTRODUCCION
En Chile fuma alrededor de un 40% (1,2) de la población adulta,
constituyéndose en una epidemia que da cuenta directa o indirectamente
de alrededor de un 15% de la mortalidad en nuestro país. Por
tratarse de un factor evitable, han cobrado importancia las campañas
destinadas a prevenir este problema, así como diversos esquemas
de tratamiento destinados a lograr el abandono del consumo de cigarrillos.
Sin embargo, los resultados de los programas de abstinencia de nicotina
no superan un 30 - 35% de abstinencia a un año plazo con los
mejores tratamientos. Entre otras causas, al igual que ocurre con otras
dependencias, la comorbilidad psiquiátrica parece ser un factor
relevante.
Desde el inicio del estudio del tabaquismo como una dependencia, en
la década de los setenta ha surgido en forma imperativa la necesidad
de estudiar sus implicancias en las patologías psiquiátricas,
particularmente tras evidenciarse claras asociaciones entre dependencia
de nicotina y enfermedades como depresión mayor, trastornos de
ansiedad y esquizofrenia entre otras.
La importancia de esclarecer las relaciones existentes entre la dependencia
de nicotina y otras patologías psiquiátricas radica en
la influencia que estas pudieran tener en el tratamiento de esta dependencia
y en el mejor entendimiento de las bases neurobiológicas tanto
de la dependencia de nicotina como de los distintos trastornos psiquiátricos
asociados.
El objetivo de esta revisión es describir las relaciones más
frecuentemente encontradas entre trastornos psiquiátricos y dependencia
de nicotina.
DEPRESION MAYOR Y DEPENDENCIA DE NICOTINA
En 1986, Hugues et al. (3) encontraron una mayor prevalencia de tabaquismo
entre pacientes psiquiátricos ambulatorios con diagnóstico
de depresión mayor, comparado con un grupo control perteneciente
a la población general. En otra investigación en la que
participaban solamente fumadores con intentos fallidos por dejar de
fumar, se observó una alta prevalencia de historia de depresión
mayor (4). Trabajos posteriores realizados en población general
han corroborado estos resultados iniciales (5, 6, 7).
Breslau et al. (8), observaron que individuos fumadores con dependencia
de nicotina, a diferencia de los fumadores no dependientes, presentan
tasas más altas de depresión mayor. Además encontraron
que esta asociación está en relación directa con
el nivel de severidad de la dependencia de nicotina.
A partir de estos datos se han planteado algunos modelos que intentan
explicar esta relación entre dependencia de nicotina y episodios
de depresión mayor:
- Depresión Mayor sería la causa del Tabaquismo: por
la sensación de bienestar que provocaría fumar en individuos
depresivos, que usarían el cigarrillo como automedicación
(4, 8, 9). La nicotina activa el sistema dopaminérgico mesolímbico,
involucrado en el sistema de recompensa natural y en el proceso de
dependencia de varias drogas (anfetamina, cocaína) mediante
el aumento de la actividad de las neuronas del área tegmental
ventral. Esto provocaría un incremento en la liberación
de dopamina en el núcleo accumbens y en la corteza prefrontal.
La alta asociación que existe entre dependencia de nicotina
y depresión podría ser explicado por una anormalidad
de este sistema, ya que en individuos depresivos estarían alterados
los procesos motivacionales de incentivo y recompensa (10).
- Dependencia de Nicotina causaría Depresión: tanto
el abuso de nicotina como su abstinencia, aumentarían la probabilidad
de presentar un episodio de depresión mayor.
- No existiría una relación causal entre dependencia
de nicotina y depresión mayor, sino que un tercer factor, ambiental
o genético, predispondría a ambas condiciones.
Kendler et al. (11), en un análisis causal, estudiaron esta
relación en una población de gemelas. Sus resultaron sugieren
que la asociación entre tabaquismo y depresión mayor en
mujeres no es causal, sino que ambas condiciones se originarían
de factores familiares, probablemente genéticos. En un estudio
de cohorte de 16 años Fergusson et al. (12), observaron que ya
existe una clara comorbilidad entre trastornos depresivos y dependencia
de nicotina en adolescentes de 16 años, sugiriendo además
que existiría sobreposición y correlación entre
los factores de riesgo para ambas. Al igual que Kendler, concluyen que
la relación entre depresión y dependencia de nicotina
no sería causal, pero sin embargo su asociación se explicaría
por factores sociales y de la infancia comunes para ambas.
Significativamente, en muchas de las investigaciones en las que se
encontró una mayor incidencia de tabaquismo en individuos depresivos,
también se observó que este antecedente influía
en forma negativa en los intentos por dejar de fumar (5, 6).
Breslau et al. (13) realizaron el primer estudio en población
general de síntomas de privación de nicotina y su relación
con trastornos psiquiátricos. Encontraron que personas con historia
de depresión mayor, reportaron síntomas de privación
más severos que aquellos sin antecedentes. Observaron además
que la severidad de estos síntomas no estaba relacionada con
la persistencia del hábito, y por lo tanto este no sería
el mecanismo que explicaría la mayor persistencia de fumar en
personas con antecedentes de depresión mayor. En un estudio sobre
los síntomas de privación en un grupo de gemelas (14),
se identificaron tres clases principales de síndromes de privación:
leve, moderado y severo. El tipo severo se distinguió de las
otras clases por la presencia de síntomas depresivos. Al igual
que Breslau, el antecedente de depresión mayor se asoció
con la clase más severa, y no encontraron relación entre
el grado de severidad del síndrome y la persistencia del hábito.
Pero las consecuencias adversas de individuos con historia de depresión
mayor no se limitan al agravamiento de los síntomas de privación.
Covey et al. (15) observaron que la incidencia de un nuevo episodio
depresivo después del éxito en el tratamiento para dejar
de fumar, fue mayor en aquellos individuos con antecedentes de depresión
mayor, particularmente del tipo recurrente, que en aquellos sin el antecedente.
En un estudio prospectivo (16), Breslau et al. encontraron que en adultos
jóvenes con historia de depresión mayor aumentaba el riesgo
de progresión hacia dependencia de nicotina y a grados más
severos de dependencia . Esto podría explicar el hecho de que
personas con historia de depresión mayor reporten un menor éxito
en el tratamiento por dejar de fumar.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y DEPENDENCIA DE NICOTINA
Trabajos que han intentado determinar la relación entre tabaquismo
y trastornos de ansiedad, han obtenido resultados discrepantes. Estudios
realizados en población general no han demostrado que exista
una clara asociación entre ambas (5, 6, 17). Por otra parte en
investigaciones entre pacientes psiquiátricos, se encontró
una alta prevalencia de tabaquismo entre pacientes con trastornos de
ansiedad (3). Breslau et al. (8) demostraron que la asociación
entre trastornos de ansiedad y tabaquismo sólo era significativa
en aquellos fumadores con dependencia de nicotina, y que la intensidad
de esta asociación variaba con el nivel de severidad de la dependencia.
Para estos autores la diferencia en los resultados de los distintos
trabajos está en que en los trabajos en que no se encontró
asociación significativa entre ambas condiciones, no fue considerada
la clasificación de los fumadores en dependientes y no dependientes.
Posteriormente estos mismos autores describieron que personas con historia
de cualquier trastorno de ansiedad reportaban síntomas de privación
de nicotina más severos que las personas sin dicho antecedente
(13).
La explicación de la asociación existente entre tabaquismo
y trastornos de ansiedad no está clara, ya que no existe acuerdo
en que el fumar disminuya los síntomas de ansiedad en estos pacientes.
Es interesante señalar que si bien existiría una clara
mayor frecuencia de tabaquismo en pacientes con trastornos de ansiedad,
aparece como excepción el trastorno obsesivo compulsivo con una
prevalencia de tabaquismo de solo un 9%, claramente menor que la de
la población general (18).
ESQUIZOFRENIA Y DEPENDENCIA DE NICOTINA
En diversos estudios se ha evidenciado una mayor frecuencia de tabaquismo
entre pacientes esquizofrénicos (sobre el 80%), comparado con
los pacientes psiquiátricos en general (35% - 54%) y con la población
general (30% - 35%) (3, 17, 19).
En un trabajo realizado por Goff et al. (17), se vió que la
tasa de tabaquismo fue más alta entre los pacientes esquizofrénicos
(significativamente mayor en hombres). Además encontraron que
las dosis de neurolépticos era dos veces mayor para los fumadores
que para los no fumadores. Esto concuerda con el hallazgo de que existe
una elevación del clearence de las drogas neurolépticas
inducidas por el tabaquismo. En relación al parkinsonismo inducido
por neurolépticos, se encontró una significativa disminución
entre los pacientes fumadores (que recibían dosis mucho mayores).
Estos autores especulan que el tabaquismo podría tener un efecto
protector antiparkinsoniano más que una tendencia de los pacientes
a fumar en respuesta a síntomas extrapiramidales.
Las razones por las cuales los pacientes esquizofrénicos fumarían
más continúan siendo estudiadas. Esta asociación
se debería en parte al uso del tabaco como automedicación,
en respuesta al proceso psicopatológico subyacente o a los efectos
colaterales del tratamiento neuroléptico. La nicotina al aumentar
la descarga sobre la células dopaminérgicas del área
tegmental ventral sería usada como automedicación por
los pacientes esquizofrénicos, especialmente aquellos en que
predominan los síntomas negativos, en los cuales existe una disminución
de la actividad de la corteza prefrontal, denominada hipofrontalidad
(10). Otros factores que parecen influir en esta relación son
el aburrimiento, la institucionalización prolongada y el pobre
control de los impulsos en los pacientes con esquizofrenia.
TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO Y USO DE NICOTINA EN LA ADOLESCENCIA
La evidencia acerca de la fuerte asociación entre tabaquismo
y comorbilidad psiquiátrica en adultos, ha motivado investigaciones
con el propósito de ampliar el conocimiento existente acerca
de la psicopatología del adolescente fumador. En un estudio en
que se examinó esta relación (20), entre los adolescentes
fumadores, un 67% tenían historia de trastornos psiquiátricos
comparado con un 33% en los no fumadores. Se encontró una significativa
asociación entre trastornos del comportamiento y tabaquismo.
En otra investigación (21), el trastorno de déficit atencional
del niño se relacionó a una mayor frecuencia de tabaquismo,
y demostró ser un factor de riesgo para el inicio precoz del
hábito. Para los autores esta asociación estaría
relacionada con la "hipótesis del receptor nicotínico".
Estos receptores modulan la actividad dopaminérgica y la disregulación
dopaminérgica sería el sustrato fisiopatológico
del trastorno de déficit atencional del niño.
COMENTARIO
En los últimos años ha habido un cambio de la actitud
de la sociedad frente al uso del cigarrillo, lo cual ha generado progresivamente
un clima menos complaciente e incluso a veces hostil para el fumador.
En este contexto muchas personas están decidiendo dejar de fumar
y lo están llevando a cabo. En Estados Unidos la prevalencia
del tabaquismo ha caído desde 40% en 1965 a 29% en 1990. Así,
los fumadores casuales y aquellos con poca dificultad para detener el
consumo de tabaco lo están haciendo, cambiando lentamente el
perfil del fumador promedio (18). Es muy probable, en consideración
de los antecedentes ya expuestos que progresivamente encontremos dentro
del grupo de fumadores personas con comorbilidad psiquiátrica
asociada, la cual tendría directa injerencia en mayores síntomas
de privación y menos éxito en dejar de fumar.
Se hace pues indispensable en nuestra opinión evaluar en los
sujetos que requieran dejar de fumar la comorbilidad psiquiátrica,
a fin de realizar el tratamiento preventivo correspondiente o la optimización
del tratamiento que el sujeto trae. Asimismo la investigación
en este campo pudiera ayudar a esclarecer la naturaleza de estos trastornos
y su relación.
REFERENCIAS
- Medina E, Kaempffer AM, Cornejo E y Hernández E. Tabaquismo
en Santiago. Rev Med Chile 123: 652 - 658, 1995.
- Gutiérrez M, Rioseco F, Rojas A y cols. Prevalencia de Tabaquismo
en la Población General de Valparaíso y Viña del
Mar. Rev Med Chile 123: 250 - 256, 1995.
- Hughes J, Hatsumaki D, Mitchell J et al. Prevalence of smoking among
psychiatric outpatients. Am J Psychiatry. 143: 993 - 997, 1986.
- Glassman A.H., Stetner F., Walsh T., Raizman P.S., Fleiss J.L., Cooper
T.B., Covey L.S.: Heavy smokers, smoking cessation and clonidine. JAMA
259: 2863-2866, 1988.
- Glassman A.H., Helzer J.E., Covey L.S., Cottler L.B., Stetner F.,
Tipp J.E., Johnson J.: Smoking, smoking cessation and major depression.
JAMA 264: 1546-1549, 1990.
- Anda R.F., Williamson D.F., Escobedo L.G., Mast E.E., Giovino G.A.,
Remington P.L.: Depression and the dynamics of smoking, a national perspective.
JAMA 264: 1541-1545, 1990.
- Kick S.D., Cooley D.D.: Depressive, not anxiety, symptoms are associated
with cigarette smoking among University internal medical patients. Psychosomatics
38: 132-139. 1997.
- Breslau N., Kilbey M., Andreski P.: Nicotine dependence, major depression
and anxiety in young adults. Arch Gen Psychiatry. 48: 1069-1074, 1991.
- Glass R.M.: Blue Mood, blackned lungs. Depression and smoking. JAMA264:
1583-1584, 1990.
- Nisell M., Nomikos G.C., Svensson T.H. Nicotine dependence, midbrain
dopamine systems and psychiatry disorders. Pharmacology and toxicology
76: 157-162, 1995.
- Kendler K.S., Neale M.C., Maclean C.J., Heath A.C., Eaves L.J., Kessler
R.C. Smoking and major depression. A causal analysis. Arch Gen Psychiatry.
50: 36-43, 1993.
- Fergusson D.M., Lynskey M.T., Horwood L.J. Comorbidity between depressive
disorders and nicotine dependence in a cohort of 16-year-old. Arch Gen
Psychiatry. 53: 1043-1047, 1996.
- Breslau N., Kilbey M., Andreski P. Nicotine withdrawal symptoms and
psychiatry disorders: findings from an epidemiologic study of young
adults. Am J Psychiatry. 149:464-469, 1992.
- Madden P.A., Bucholz K.K., Dinwiddie S.H., Slutske W.S., Bierut L.J.,
Statham D. J., Dunne M.P., Martin N.G., Heath A. C. Nicotine withdrawal
in women. Addiction. 92: 889-902, 1997.
- Covey L.S., Glassman A.H., Stetner F.: Major depression following
smoking cessation. Am J Psychiatry. 154: 263-265, 1997.
- Breslau N., Kilbey M., Andreski P. Nicotine dependence and major depression.
New evidence from a prospective investigation. Arch Gen Psychiatry.
50: 31-35, 1993.
- Goff D.C., Henderson D.C., Amico E. Cigarette smoking in Schizophrenia:
Relationship to psychopathology and medication side effects. Am J Psychiatry.
149: 1189-1194, 1992.
- Pomerleau C. Co-factors for smoking and evolutionary psychiobiology.
Addiction. 94 (2): 397 - 408, 1997.
- De León J., Dadvand M., Canuso C., Odom White A., Stanilla
J. K:, Simpson G.. M. Schizophrenia and smoking: an epidemiological
survey in a state hospital. Am J Psychiatry. 152: 453-455, 1995.
- Brown R.A:, Lewinsohn P.M., Seeley J.R., Wagner E.F.: Cigarette smoking,
major depression, and other psychiatric disorders among adolescents.
J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 35(12): 1602-1610, 1996.
- Milberger S., Biederman J., Faraone S.V., Chen L., Jones J. ADHD is
associated with early initation of cigarette smoking in children and
adolescents J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 36(1): 37-44, 1997.
|