Neurocardiología comprende todas aquellas enfermedades cardíacas
que traen como consecuencia lesiones secundarias en el Sistema Nervioso
Central, siendo la más frecuente, el infarto cerebral embólico
debido a una fibrilación auricular. Sin embargo, también se
consideran dentro de este concepto aquellas lesiones cerebrales que provocan
alteraciones cardíacas secundarias, algunas de las cuales pueden
ser mortales. El siguiente artículo intentará clasificar,
explicar su fisiopatología y dar una pauta general de manejo para
los pacientes que sufran esta última condición.
Durante siglos se ha reconocido que las enfermedades cardíacas
pueden provocar "apoplejía" (6). Sólo desde
hace 50 años se reconoce que las enfermedades cerebrales pueden
provocar alteraciones cardíacas. En 1947, Byres et al. describieron
2 pacientes con hemorragia subaracnoidea (HSA) cuyos electrocardiogramas
(ECG) presentaban alteraciones: intérvalo QT prolongado, onda T
patológica y presencia de onda U (2). Burche,
en 1954, describe 17 pacientes con alteraciones electrocardiográficas
producto de HSA, hemorragia cerebral intraparenquimatosa (HIP) e infarto
cerebral (1), desde entonces múltiples publicaciones
han descrito pacientes con similares hallazgos (6).
Definición
Podemos definir Neurocardiología como el estudio de todos aquellos
procesos fisiopatológicos en que se encuentran involucrados los
Sistemas Neurológico y Cardiovascular provocando enfermedad.
En este artículo nos referiremos sólo a aquellos que afectan
primariamente al Sistema Nervioso Central y secundariamente al Sistema
Cardiovascular.
Epidemiología
Según diferentes series las aparición de cambios electrocardiográficos
producto de HSA o HIP ocurre en un 60 a 90% de los casos y en 5 a 20%
de los infartos cerebrales (6). La comorbilidad entre
lesión cerebral aguda y coronariopatía ha sido propuesta
por algunos autores como la causa de las alteraciones en el ECG y arritmias
observadas durante un evento cerebral agudo, esta asociación
ha sido demostrada en algunos casos con angiografía coronaria
(5). Sin embargo, se han descrito múltiples
casos en que éstas alteraciones ocurren en pacientes jóvenes,
los cuales no tienen enfermedad cardíaca concomitnate, lo que
ha sido demostrado en anatomía patológica (7).
Hoy en día las evidencias que sostienen que un evento cerebral
agudo puede provocar alteraciones cardíacas son sustanciales
(7).
Actualmente se conocen con bastante certeza las aferencias y eferencias
simpáticas y parasimpáticas cardíacas (12).
La influencia del Sistema Nervioso Autonómico (SNA) sobre el
corazón incluyen inotropismo, cronotropismo, metabolismo cardíaco
y flujo sanguíneo (11).
Aferencias Cardíacas
Sistema Parasimpático
Mecanorreceptores y quimiorreceptores ubicados en aurículas
y ventrículos, vasos coronarios y pericardio, como aquellos
barorreceptores y quimiorreceptores ubicados en el arco aórtico
viajan centralmente vía nervio vago. Barorreceptores del seno
carotídeo y quimiorreceptores del cuerpo carotídeo viajan
a través del nervio glosofaríngeo. Los axones de estos
nervios hacen sinapsis en los ganglios nodoso y petroso respectivamente,
ambos ubicados en el agujero yugular, la segunda neurona de estos
ganglios hacen sinapsis en interneuronas especializadas en el núcleo
del tracto solitario ubicado en el bulbo raquídeo (7,
12).
Sistema Simpático
Fibras A y C, cuyos estímulos son la isquemia miocárdica
y la inflamación, están distribuidas difusamente en
el corazón, tienen su soma en los ganglios de la raíz
dorsal desde D1 a D5, de éstos nacen los axones que se dirigen
medialmente hacia las astas posteriores de la médula espinal,
aquí hacen sinapsis con neuronas que además reciben
aferencias somáticas de los dermatomas correspondientes a D1
- D5; esto explica la irradiación del dolor cuando ocurre isquemia
miocárdica. La neurona del asta posterior de la médula
espinal proyecta su axón al núcleo del tracto solitario,
tálamo, corteza parietal y otros núcleos cardiovasculares
(7, 12).
Eferencias Cardíacas
Sistema Parasimpático
Las neuronas presinápticas nacen de los núcleos ambiguo
y dorsal del vago, siendo el primero el principal efector cardíaco.
Vía nervio vago viajan ipsilateralmente hasta llegar a los
ganglios intracardíacos desde donde nacen las neuronas postsinápticas,
éstas se entremezclan con las contralaterales, inervando los
nodos sinusal y atrioventricular. Las fibras parasimpáticas
llegan profundamente hasta el endocardio (7, 12).
Sistema Simpático
Las neuronas presinápticas nacen de la columna intermediolateral
de la médula espinal, hacen sinapsis en el ganglio cervical
inferior (ganglio estrellado), de donde nacen la neurona postsináptica.
El nervio simpático derecho inerva principalmente al nodo sinusal,
el izquierdo al nodo atrioventricular. A diferencia de las fibras
parasimpáticas, las simpáticas sólo llegan hasta
el subepicardio (7, 12).
Al igual que en la mayoría del SNA el neurotransmisor utilizado
en la primera sinapsis de los sistemas simpático y parasimpático,
como también la segunda sinapsis del sistema parasimpático
es la acetilcolina, en la segunda sinapsis del sistema simpático
es la noradrenalina (7, 12).
Centros de Integración del Sistema Nervioso Autonómico
Núcleo del Tracto Solitario (NTS)
Integra múltiples aferencias del sistema cardiovascular vía
nervios vago, glosofaríngeo y sistema simpático, además
recibe aferencias desde centros integradores superiores como la corteza
cerebral, hipotálamo, sistema límbico, otros núcleos
del troncoencéfalo y núcleo parabraquial. Con éste
último tiene abundantes conexiones recíprocas. Las eferencias
del NTS proyectan a neuronas parasimpáticas preganglionares
de los núcleos dorsal del vago y ambiguo en bulbo raquídeo,
a neuronas simpáticas preganglionares en la columna intermediolateral
de la médula espinal entre D1 a D5 y a interneuronas del bulbo
ventrolateral y núcleos del raphe que modulan la actividad
simpática (7, 12).
Núcleo Parabraquial
Se ubica adyacente al braquium conjuntivo (pedúnculo cerebeloso
medio), en la región dorsolateral del puente. Tiene una amplia
conexión de aferencias y eferencias con el NTS, tiene eferencias
hacia el tálamo y de ahí proyecta hacia la corteza parietal,
frontal, insular, cingulada e infralímbica. Además proyecta
directamente hacia la corteza insular. Otras conexiones son con el
hipotálamo lateral y la amígdala (7,
12).
Hipotálamo
Recibe aferencias desde el sistema cardiovascular periférico
vía NTS y núcleo parabraquial, además recibe
gran cantidad de información desde la corteza cerebral. La
activación del hipotálamo ventral provoca bradicardia
(parasimpático), mientras que la estimulación del hipotálamo
pósterolateral provoca taquicardia (simpático). La estimulación
hipotálamica puede provocar alteraciones electrocardiográficas
y arritmias, la vagotomía no previene estos cambios, el bloqueo
de receptores adrenérgicos beta sí, de esto se deduce
que dichos cambios son producto de una activación simática
exagerada (7).
Amígdala
Su función es la integración del sistema límbico
(emoción) al sistema cardiovascular. Hay gran cantidad de sinapsis
recíprocas entre el núcleo central de la amígdala
y centros de integración cardiovascular de la corteza cerebral
y troncoencéfalo. En monos la estimulación de la amígdala
provoca cambios en la frecuencia cardíaca, en felinos su estimulación
desencadena arritmias (7).
Corteza Cerebral
En 1875, Schiff provocó alteraciones electrocardiográficas
al estimular la corteza cerebral. Actualmente se sabe que estas alteraciones
pueden ser provocadas por la corteza frontal, polo temporal, gyrus
cingulado e ínsula. Sin embargo, es más fácil
obtener alteraciones electrocardiográficas al estimular experimentalmente
el hipotálamo y troncoencéfalo que al hacerlo sobre
corteza (7).
Corteza Insular
Es aquella porción de corteza ubicada sobre el claustrum.
Estudios anatómicos demuestran gran cantidad de anastomosis
con hipotálamo lateral, núcleo parabraquial, NTS y sistema
límbico, esto sugiere un papel fundamental en el control cardiovascular
(7). Trabajos experimentales con ratas han demostrado
que la estimulación insular prolongada provoca una serie de
cambios electrocardiográficos estereotipados; bloqueo aurículo-ventricular
(A - V) progresivo hasta llegar al bloqueo A - V completo, prolongación
del intérvalo QT, depresión del segmento ST, extrasístole
ventricular y finalmente muerte por asistolía (8).
Los sistemas simpático y parasimpático actúan
a tres niveles sobre el corazón: El cronotropismo, el inotropismo
y la conducción aurículo-ventricular, a nivel del haz
de His-Purkinje. El sistema simpático es un facilitador, así,
es un cronótropo positivo, inótropo positivo y aumenta
la conducción aurículo-ventricular. El sistema parasimpático
tiene el efecto contrario. La interacción a nivel cardíaco
entre ambos sistemas del SNA es amplia y complementaria.
El exceso de estímulo noradrenégico, tanto en animales
de experimentación con infusión continua de este neurotransmisor,
como en pacientes con feocromocitoma o lesión cerebral, puede
producir una lesión cardíaca característica. En
la antomía patológica se observa una lesión subendocárdica
con pequeñas áreas focales de necrosis. Se la denomina
necrosis miofibrilar o necrosis en banda de contracción (9,
12).
Revisada la anatomía, fisiología y fisiopatología
del SNA a nivel cardíaco, se concluye que la patogenia de las
alteraciones electrocardiográficas, como de las arritmias, a
consecuencia de una lesión en el sistema nervioso central, es
la liberación brusca y exagerada de Noradrenalina a nivel cardíaco
por sobreactivación simpática.
Alteraciones Electrocardiográficas:
Las alteraciones electrocardiográficas pueden ser clasificadas
según su frecuencia de aparición (Tabla
1) (10). La mayoría revierte a la normalidad
en 2 semanas, sin embargo, la prolongación del intérvalo
QT y la presencia de onda U pueden persistir indefinidamente (3,
4); en caso de muerte cerebral desaparecen (9).
Estas alteraciones electrocardiográficas no son específicas
para un tipo particular de lesión cerebral (12).
Las lesiones del SNC que pueden causar alteraciones electrocardiográficas
también se clasifican según su frecuencia (Tabla
2) (10).
Las alteraciones electrocardiográficas en pacientes con lesión
a nivel del sistema nervioso central pueden tener tres interpretaciones:
1.- Alteraciones electrocardiográficas no asociadas a isquemia
miocárdica: Es la condición más frecuente de observar.
Al no haber necrosis miocárdica no hay elevación enzimática
de la creatinfosfokinasa subfracción MB (CPK-MB). La autopsia
no demuestra lesión cardíaca. La explicación más
razonable es que un aumento brusco y exagerado de noradrenalina (NA)
provoca isquemia cardíaca sin necrosis, además la NA puede
provocar directamente alteraciones en el ECG (13).
2.- Alteraciones electrocardiográficas asociadas a isquemia
miocárdica producto de enfermedad coronaria: La coexistencia
entre lesión cerebral y enfermedad coronaria aguda es de un 5
a 10% (13). La lesión cardíaca puede
ser la causa primaria de la lesión cerebral, por ejemplo, embolía
cerebral secundaria a infarto cardíaco. La CPK-MB se eleva, llegando
a su máximo en 24 hrs. La anatomía patológica demuestra
lesión cardíaca clásica en cuña del infarto
cardíaco (13).
3.- Alteraciones electrocardiográficas asociadas a isquemia
miocárdica sin enfermedad coronaria: A diferencia de la anterior
la CPK -MB se eleva llegando a su máximo valor al cuarto día.
Puede asociarse a disfunción ventricular. La anatomía
patológica demuestra necrosis en banda de contracción.
El empleo de bloqueadores beta ha demostrado ser protector cardíaco
en estas circunstancias (13).
Arritmias
Ocurren hasta en un 75% de los eventos cerebrales agudos (13),
se clasifican según su frecuencia de aparición (Tabla
3). Las arritmias más graves pueden explicar el fallecimiento
de algunos pacientes que no alcanzan a llegar al Servicio de Urgencia.
La presencia de fibrilación auricular en pacientes con infarto
cerebral ponen en duda cuál de los dos eventos fue primero. La
patogenia de estas arritmias al igual que las alteraciones electrocardiográficas
es explicable por la liberación brusca y exagerada de noradrenalina.
El manejo de pacientes con alteraciones cardíacas asociado a
patología cerebral aguda debe basarse en los siguientes conceptos:
1.- Ambas patologías pueden coexistir o una de ellas ser la
causa de la otra.
2.- Independientemente del punto anterior, cada una de ellas por
separado puede provocar morbilidad e incluso mortalidad.
3.- Basándose en el punto anterior el enfrentamiento debe
ser agresivo e individual (manejo por problemas).
4.- Conocida la patogenia de las alteraciones electrocardiográficas
y arritmias cardíacas secundarias a lesión cerebral,
se recomienda el uso profiláctico o terapéutico de betabloqueadores
(9). Los pacientes deben ser observados al menos
48 horas en una Unidad de Intensivo o Intermedio.
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1947.
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Ruschhaupt W., Wolfe V., Maljovec L. Coronary angiography in 506 patients
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