Al hacer una revisión bibliográfica sobre la demencia en el
contexto de la Enfermedad de Parkinson (EP) encontramos:
A.- Frecuencia
Hay discrepancias, que van desde estimar que corresponden a la tercera
causa de demencia, después de la senil tipo Alzheimer y la por
multiinfarto (1), hasta ser considerada una infrecuente
causa de demencia (2, 3). En estudios
de cohorte en poblaciones de pacientes hospitalarios, la frecuencia
se ha estimado en un 10 a 15% de todos los pacientes con EP (4).
Recientemente, un estudio hecho en la Universidad de Columbia arrojó,
una frecuencia de un 15.9% (5).
B.- Tipo de demencia.
En general, las demencias se suelen agrupar en dos variedades: cortical
como la enfermedad de Alzheimer, Pick y la demencia senil tipo Alzheimer
y, otra demencia llamada subcortical, y que tiene como prototipos la
enfermedad de Huntington, la Parálisis Supranuclear Progresiva
y la EP. Este tipo de demencia subcortical se traduce por enlentecimiento
de las funciones cognitivas, olvidos frecuentes, deterioro en la habilidad
para manejar conocimientosa dquiridos y trastornos en la conducta que
van desde apatía hasta depresión importante. En cambio
la afasia, apraxia y agnosia, son de menor frecuencia e intensidad que
en la demencia cortical. La diferencia entre estas dos variedades, aparte
de las características clínicas, es el substrato anátomo-patológico
predominando ya sea la alteración cortical o la subcortical (6).
Profundizando en la forma clínica de las alteraciones cognitivas,
en la EP, debe recordarse que se afectan especialmente las capacidades
visuespaciales siendo frecuente una alteración en el análisis
y síntesis visuales. En ocasiones hay un trastorno en la orientación
espacial y de la distancia y una apraxia constructiva. La capacidad
de memorizar se encuentra alterada sobre todo respecto a las fechas
y menos marcado en la memoria para recordar el contenido de acontecimientos
determinados (6). Otra capacidad superior frecuentemente
disminuída, son las funciones ejecutivas, o sea, aquellas habilidades
necesarias en la formulación de estrategias, anticipación,
planeación, iniciación y monitoreo de objetivos lo cual
se ve agravado por una "inflexibilidad" del pensamiento. Finalmente
lo más característico de este tipo de deterioro cognitivo
es la bradifrenia o lentitud del pensar, la cual es el análogo
en el pensamiento del enlentecimiento motor (6). Las
principales dificultades se ven en test que requieran de cambios súbitos
del pensamiento o mantener la motivación y atención.
El deterioro cognitivo es de rápida evolución siendo
acentuado ya a los cinco años de iniciado. Se asocia más
frecuentemente con la EP en que predomina la bradicinesia y la rigidez;
en cambio, cuando el síntoma predominante es el temblor, el estado
mental es generalmente normal (6).
C.- Características clínicas predictivas de demencia en
Parkinson
Un estudio realizado en Aberdeen, Escocia (7), no
mostró diferencias significativas en algunas variables al comparar
pacientes con EP con y sin demencia. Así los primeros tenían
una duración de la enfermedad de 5 años, respecto a 7
en los no dementes. Una edad de inicio de la enfermedad de 70 años
en los dementes parkinsonianos, versus 72 en los no dementes; una edad
promedio de 75 años en los dementes parkinsonianos en comparación
a los 71 años en los no dementes. En cambio el tabaquismo previo
y la bradicinesia fueron más frecuentes en los pacientes con
demencia. El sexo no parece incidir sobre la aparición de demencia
(8).
D.- Alteraciones neuropatológicas.
La demencia en la enfermedad de Parkinson, se ha visto asociada más
frecuentemente, en orden decreciente, con un cuadro anátomo patológico
de:
1.- Enfermedad por cuerpos de Lewy;
2.- Enfermedad de Alzheimer;
3.- Accidentes Vasculares Encefálicos (9).
Sin embargo en la mayoría no se encuentra ninguna de estas patologías.
E.- Respecto a los efectos colaterales, psiquiátricos y neuropsicológicos,
durante el tratamiento del Parkinson, debe recordarse.
Todos los medicamentos corrientemente usados acarrean algún
riesgo de causar confusión, alucinaciones o alteraciones en las
funciones mentales superiores. Si bien el mayor riesgo de estas complicaciones
está en los ancianos, también se presentan durante el
tratamiento de pacientes jóvenes. Los anticolinérgicos
son los principales causantes de alteraciones en la memoria y de estados
confusionales, especialmente en ancianos y aquellos con antecedentes
de cuadros psiquiátricos. La Selegilina, al usarse concomitantemente
con L-dopa, causa alucinaciones y estados confusionales. Los agonistas
dopaminérgicos como los alcaloides del Ergot, entre los que sobresale
la bromocriptina puede causar igualmente alucinaciones en un 15% de
los pacientes. Finalmente como es sabido la L-dopa tiene muchas manifestaciones
psiquiátricas con un espectro que va desde la depresión,
euforia, hipomanía, hipersexualidad, alteraciones de la personalidad,
confusión, delirios, terrores nocturnos, alucinaciones y psicosis
paranoide. Son encontrados con más frecuencia en pacientes mayores
de 60 años, con una incidencia que va entre 10 a 17% en diferentes
series.
F.- Manejo de estos efectos secundarios.
Inicialmente, los agentes anticolinérgicos y la amantadina deben
ser disminuídos o suprimidos. El siguiente paso debe ser descontinuar
la Selegilina, la cual potencia mucho los efectos secundarios de las
drogas dopaminérgicas. Tercero, los agonistas dopaminérgicos
(Bromocriptina) deben ser reducidos seguidos por una disminución
cuidadosa de las dosis de L-dopa. Si es necesario la L-dopa puede suspenderse
durante un corto tiempo (3 a 7 días), idealmente hospitalizando
al paciente por el riesgo de un cuadro similar al síndrome neuroléptico
maligno, el cual se caracteriza por rigidez severa, fiebre, inestabilidad
autonómica, obnubilación, a veces coma y posible muerte.
También se justifica la hospitalización pues una acentuada
hipocinecia al suspender la L-dopa puede facilitar una neumopatía
aguda por incapacidad para eliminar secreciones bronquiales. Si estas
medidas de reducción y suspensión de las drogas no son
efectivas se puede usar neurolépticos, como la Clozapina. También
puede ser útil la terapia electroconvulsiva (electroshock) para
mejorar un estado depresivo o la existencia de alucinaciones (9).
REFERENCIAS
1.- Kokmen E., Chandra V., Schoenberg B.S. Trends in
incidence of dementing illness in Rochester, Minnesota, in three quinquennial
periods, 1960 - 1974. Neurology 975-980, 1988.
2.- Marsden c.d., Harrison M.J.G. Outcome of investigation
of patients with senile dementia. Br Med J. 2: 249-252, 1972.
3.- Larson E.B., Reifler B.v., Sumi S.M., Canfield C.G.,
Chinn N.M. Diagnostic evaluation of 200 elderly outpatients with suspected
dementia. J. Gerontol 40: 536-543, 1985.
4.- Mayeux R., Stern Y., Rosenstein R., et al. An estimate
of the prevalence of dementia in idiopathic Parkinson's disease. Arch
Neurol. 45: 260-263, 1988.
5.- Mayeux R., Chen J., Mirabello E., Marder K., Bell
K., Dooneief G., Cote L., Stern Y. An estimate of the incidence of dementia
in idiopathic Parkinson's disease. Neurology 40: 1513-1517, 1990.
6.- Cedarbaum J., Gancher S., Levin B., Tomer R., Rey
G. Cognitive impairments in Parkinson's disease. Neurologic Clinic 10
(2): 471-485, 1992.
7.- Ebmeier K., Calder S., Crawford J., Stewart L., Besson
J., Mutch W. Clinical features predicting dementia in idiopathic Parkinson's
disease. Neurology 40: 1222-1224, 1990.
8.- Diamond S., Markham C., Hoen M., Mc-Dowell F., Muenter
M. An examination of male- female differences in progression and mortality
of Parkinson's disease. Neurology 40: 763-766, 1990.
9.- Saint-Cyr J., Taylor A., Lang A. Neuropsychological
and psychiatric side effects in the treatment of Parkinson's disease.
Neurology 43 (Suppl 6): 947-952, 1993.
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