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El transporte de organelos, enzimas,
agregados macromoleculares y metabolitos, es una función
de axoplasma en la cuál intervienen directamente los microtúbulos
(Fig 1).
Ocurre en dos direcciones:
- anterógrado, desde el soma neuronal hacia el telodedrón
y
- retrógrado desde los botones terminales hacia el soma
neuronal
La velocidad del transporte varía entre:
- un flujo lento de 0,5 um/min, al cual se desplazan agregados
moleculares como las sub-unidades proteicas que forman al citoesqueleto
axonal.
- el flujo rápido anterógrado al cuál los
organelos membranosos se transladan a velocidades de unos 300
um/min. (Figs 2,3 y 4)
- el flujo rápido retrógrado en el cuál vesículas
membranosas provenientes de los botones terminales, son transportados
hacia el pericarion a unos 200 um/min.
Los transportes axonales rápidos están mediados por
la interacción molecular entre microtúbulos y los
dos moléculas son capaces de desplazarse a lo largo de los
microtúbulos.
En el flujo rápido anterógrado es la molécula
de kinesina, unida a un receptor en la membrana del organelo transportado
que se desplaza, a expensas de ATP, desde el extremo (-) del microtúbulo,
ubicado en el pericarion hacia su extremo (+)
En el flujo rápido retrógrado es la molécula
de dineína citoplasmática (MAP1C) unida a un receptor
en la membrana del organelo transportado la que se desplaza interactuando
con la tubulina a expensas de ATP, desde el extremo (+) del microtúbulo,
ubicado en el terminal axónico hacia su extremo (-)
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