El músculo esquelético
posee receptores sensibles a la distensión, que forman parte
de un sistema de retroacción para mantener el tono muscular
normal. Las fibras sensitivas que entregan información sobre
la tensión en el músculo esquelético tienen
2 orígenes:
- terminaciones nerviosas encapsuladas que responden a la distensión
en el tendón del músculo.
- terminaciones nerviosas espirales (fibras aferentes sensitivas),
sensibles a la distensión y tensión en fibras musculares
especializadas contenidas en un órgano sensorial especial
del músculo que se denomina huso muscular.
El huso está formado por una cápsula fusiforme de
tejido conjuntivo fibroso que rodea a un grupo de 8 a 15 fibras
musculares delgadas (Fig.1).
Estas fibras se conocen como fibras intrafusales. Se distinguen
2 tipos de fibras intrafusales:
- fibras de la bolsa nuclear fusiformes, con un agregado central
de núcleos
- fibras de cadena nuclear de un ancho uniforme y núcleos
dispuestos en cadena
Las fibras intrafusales están inervadas por fibras nerviosas
motoras especializadas (fibras eferentes) que ajustan la longitud
de estas fibras en función del estado de distensión
del músculo. El estado de distensión es detectado
por las terminaciones nerviosas espirales, que forman una envoltura
alrededor de las fibras intrafusales y dan origen a las fibras aferentes
sensitivas especiales que viajan hacia la médula espinal.
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