Entre las células epiteliales
especializadas en la secreción de glicoproteínas un
buen ejemplo son las células caliciformes, ubicadas en el
epitelio de revestimiento del intestino y la tráquea (Figura
1)
Estas células, que funcionan como glándulas unicelulares,
se caracterizan por tener en su citoplasma retículo endoplásmico
rugoso y un aparato de Golgi muy desarrollado (Figura 2), organizados
en forma tal que la secreción de las glicoproteínas
ocurre sólo hacia el polo luminal de la célula, donde
al hidratarse forman el mucus que baña a la superficie epitelial
(Figuras 3 y 4)
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